1.- El Crimen:
Esta noche he dado un ciber paseo por los blogs de la gente que conozco de mi ciudad, blogs escritos por la élite literaria de Albacete y allegados, publicados y publicantes, poetas y columnistas, músicos y asistentes a tertulias en general, aficionados a salir en la foto y a retorcer el diccionario de sinónimos hasta que chilla. Gente muy similar a mí (aunque yo de literato y de élite sólo tenga alguna cena y/o borrachera), de mi misma ciudad, educados en los mismos colegios, amigos de la infancia muchos de ellos. Blogs que se enlazan unos a otros, que para eso todos son amigos.

2.- El Castigo:
No me ha gustado mucho. Mi generación ha resultado en ser un puñado de amables temedores de la muerte, amantes de las palabras y las familias, rapsodas de una naturaleza muy poco natural y de sus propias obsesiones. A todos sin excepción se les ven -se nos ven (¡ay!)- las cosquillas del miedo a la vieja desdentada que hacen temblar el pulso de todo aquél que se atreve a escribir la palabra verso con uve.

3.- La Penitencia:
¡Ay! Qué condena de vulgaridad generacional. Cómo me veo retratado en sus reflexiones, en sus metas, en sus aspiraciones…
¡Ay! Vergüenza de la tibieza de la rebeldía a ser sólo uno más, sin más ni más. Qué estúpida, pequeña y desorientada necesidad de ser único y distinto de todos ellos… que es justo lo que todos ellos quieren dejar claro cuando escriben.
¡Ay! A secas.

4.- Las Preguntas que debió hacer el C.S.I. de turno:
¿Será la educación que nos dieron?
¿Sera la transición que vivimos?
¿Serán los cambios acumulados, destructores de promesas, que hemos vivido?
¿O sólo el ácido viejúrico que nos corroe la sesera?

5.- La Redención:
Mí no sabe, que decía el indio, pero ya mismo me voy tomar un copetín de Torres 10 a la salud de todo el que se quiera apuntar en la línea de puntos… y a la mierda la miseria.

El citado copetín. Helo aquí.

La citada línea de puntos, hela aquí:
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