Y ya que me pongo a escribir…
y ya que me pongo a releer, pues constato lo poco que escribo, lo descuidado que tengo todo esto. En el blog de venganza contra mi mujer he añadido apenas un puñadito de entradas en unos 8 años… en éste hace casi 6 meses que no subo nada después del impulso de noche solitaria que me llevó a crearlo.
Con los años la vida se me hace intensa, rápida. No me dejan la rutinas mucho tiempo para este ejercicio de dejar volar los dedos. No sé si es bueno o malo. Parodiando la frase latina que decía más o menos «Primum vivere deindre filosofare» (que me perdonen los que saben latín) Primero vivir, luego filosofar… pues primero vivir luego, si queda tiempo, escribir.
Si se quiere siempre hay tiempo, pero, compañeros, es aterrador pensar que nada de lo que tengo que contar puede interesar a nadie. Sólo en momentos optimistas creo que esto puede ser leído por alguien distinto a mí.
Alguna vez me animaré a escribir algo sobre esto de los blogs, sobre este grito de «¡Leedme! ¡Existo!¡Valgo la pena!» que expresado en millones de tonos distintos, emite cada blogger. Pero esta noche no será, compañeros. Felices sueños.
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