Puñalaíta
Algo vive en el sótano que llevamos dentro. Un algo escondido, ignorado, pero no inerte ni muerto.
Son cosas que están ahí, amigo mío, escondidas, calladitas, pero vivas.
Basta un pequeño resquicio en tu suelo -un poema, una foto o una llamada de teléfono-, para que suban y se te agarren a la garganta y la cierren, para que se metan en tu mirada y la enturbien, para que entren en tu pecho con una agridulce puñalaíta.
Nunca miro viejas fotos, ya lo sabéis, pero, a veces, parece que las viejas fotos sí me miran a mí. En estos días han llegado a mí unas cuantas de mi infancia. Mías, de los niños que crecieron conmigo y de mis mayores, la mayoría ya devorados por el tiempo.
He mirado cuidadosamente, con el zoom activado, todos esos rostros intentando recordar, revivir -sin éxito- aquellos momentos. He explorado sus miradas y he visto ternura ante lo que éramos y orgullo y confianza en lo que íbamos a ser…
… y me siento interrogado por esos ojos que no llegaron a ver lo que ahora somos y no tengo respuesta a esa pregunta que oigo con la voz de los muertos:
«¿Valió la pena? Tanta ilusión y esfuerzo puestos…»
….y muchas veces mirando el recuerdo te preguntarás ¿y ahora qué?
Jopé macho, como emocionas siempre. Un día yendo al cine con tu Santa, te vas a encontrar tus propios textos en los diálogos de una película (¡Buena eh!). Tus palabras, tan acertadas, tan bien halladas, son más que poesía, es como si tuvieran música mientras lees, me encanta leerte. Transmites sentimientos que se pueden tocar, porque de una forma y de otra todos nos sentimos así muchas veces (sin saberlo). Hay canciones, películas, libros, sitios que quieres volver a leer, a escuchar, a ver, y éste es uno de los rincones a los que, de vez en cuando, me gusta volver y siempre es tan agradable como la vez anterior. También me río mucho. Gracias por compartirlo, eres un señor, una buena persona y un poquito gamberro.Un día voy a ir a Albacete sólo por tomarme un café contigo. Un abrazo.
Gracias. Es un placer saber que a alguien le gusta esto. Aquí me encontrarás cuando quieras y plazcas.
Un abrazo
Puñalaitas, pinchazos, agujitas, espinitas de cactus… lo que no fue y no será… pero sí, es cierto que a veces nos llevan al terreno de las preguntas que nadie puede responder… Curiosa manera de revivir lo no vivido.
Un abrazo hermano.