No os voy a marear con un relato de lo vivido en el Jacobeo. Si fuisteis sabéis lo que ocurrió, si no… para qué intentarlo, ahora no tengo esa capacidad ni entonces tenía la cabeza clara como para hilar lo ocurrido de principio a fín. Pero sí quiero dejar constancia, antes de que lo cotidiano me vuelva a llenar el disco duro de la memoria con sus cosas de todos los días, de una serie de imágenes sueltas de todo el fin de semana que vale la pena recordar:

La cara de Galbru bailando con Bruji… todo concentración para no perderse o caerse (ignoro los cubatas, marianitos, calimochos y demás que llevaba para entonces) en el duelo del baile de Pulp-Fiction. Nunca un Travolta ha llevado unos pantalones de motero ni ha estado tan calvorota.
El apuro de Impronunciable agarrando la mano de Astore (creo) con su mano iquierda por debajo de las piernas (de Astore) mientra agarraba con la derecha la mano de Cynty (creo, también) por debajo de las piernas (de él) e intentaba bailar en esta postura «Paquito el chocolatero» en una suerte de conga infernal, al tiempo que sujetaba un vaso de plástico con los dientes lleno de no sé qué que le salpicaba la nariz cada vez que daba un paso.
El bigote de cartón en la punta de la nariz de Floren… que quedaba a unos dos dedos de distancia de su labio superior (y es que hay narices)…
Los riñones de Cynty, tautados de estrías negras de cubatas derramados tras hacer un aterrizaje todo lo larga que era en el salón de baile. Casi nos descubre cuántas Cyntys de largo tenía la sala…
MoteraConFlecos haciendo bailes insinuantes con Petruss, sacándose la lengua lujuriosa el uno a la otra, muerta de risa con dos bolitas brillantes en la cabeza.
Rulo_s disfrutando como un descosido y rellenándome el vaso de ese vino traidor y maravilloso con el que nos obsequió. Yo me lanzé muy valiente viendo que la etiqueta decía 8º nada más. Pero a partir de la tercera botella, el «Ágora Lágrima» efectivamente era «Agoua Uagüima».
El dolor de mandíbula de tanto reírme, que aumentaba y aumentaba mientras yo no podía dejar de reír y reír.
La sonrisa maravillosa de Sisita.
Dos señoras que se quisieron unir a la fiesta pero que duraron poco al ver que les llevábamos años luz de ventaja juerguera…
Una Peilo energética y desatá cantando flamenco con una turuta de cartón como microfóno, pateándo enérgica como una folklórica cocaínica mientras improvisaba letras y se moría de risa al mismo tiempo.
Un CB1000 de ojitos pequeñitos y lengua rebelde intentando pronunciar «drogadicto» y preguntando por «el hombrecito de Ajax» a todo el mundo.
Un Lepri con los pantalones remangados mostrando unas mallas negras debajo.
Jhosecbr pinchando música con una sonrisa brillante y haciendo luego unos bailes digno de un «boy» profesional.
Burbu (creo) y otros dos o tres revolcándose en la nieve a las dos de la mañana.
Los más viejos del lugar haciendo un corrito mientras cantábamos a cuello pelao la única canción de «Platero y tú» que pusieron.
La botella azul de «Ladó» (creo) sacándome la lengua.
Hayabuso abrazado a la máquina del humo como una especie de fumigador esquizofrénico.
Camisetas de portalmotos moviéndose en la niebla.
Las piernas depiladas de Chow con sus tatuajes.
La sonrisa mitad de estar a gusto mitad de incredulidad de Ramón y Susanita.
Floren comiendo cacahuetes como si no hubiese cenado.
Los trocitos fríos de San Jacobo, que estaban buenísimos.
Tiramillas con una sonrisa perpetua en la cara.
Toledana inclinada sobre el futbolín.
Ginés bailando y riendo al mismo tiempo con una risa enormemente sincera y contagiosa.
La canción de «Por mí te puedes ir al cuerno», que me bailé con las famosas bolitas brillantes en la cabeza.
Galbru, tras el baile, con un gorrito puntiagudo de cartón, sentado en una silla sin sonreír en absoluto pero con una aire de estar en la gloria o en el bar que hay antes de llegar a ella.
MoteraConFlecos y Dely, hablando muy serias al inicio de la noche.
Eloto con un vaso en la mano y sonriendo totalmente feliz
Las tiritas del tanga de [CENSURADO] que sobresalían maravillosamente sobre la cinturilla trasera de su pantalón…
Juan77 Maestro o Quimadores Galegos, moviendo el caldero con ese peasso cuchara de la queimada que nos sirvió a las 4 de la madrugada increíblemente buena. O así me lo pareció. Los primeros tres vasos estaba brutalmente buenos. Los demás no recuerdo muy bien. Creo.
La olla de la queimada ardiendo sobre unos botes de cerveza.
Yo, con el gorro, el bigote y el antifaz, posando para una foto con el móvil para enviársela a Tany.
Un señor cabreado con un pijama de ositos y un perro enorme intentándonos echar la bronca mientras el perro se quería unir a la fiesta…
CB1000 (creo) quejándose de que el bigote de cartón le había hecho daño en la nariz.
Maquinolo bailando.
Tamara guapísima.
Nieve pasando por delante de la ventana, helando el mundo de afuera mientras nosotros estábamos sobrados de calor, risa, luz y amistad…
Son tantas cosas las que hubo, que se me amontonan en la memoria pero sobre todo hubo risas, risas y más risas. La quintaesencia concentrada de la risoterapia. Una especie de cura de risa contra la mediocridad y la rutina. La etiqueta distintiva de la buena gente llevada sin pudor por todos los que allí estuvimos compartiendo esta amistad que de quedada en quedada vamos ampliando y fortaleciendo.
Yo estuve allí.
Me siento afortunado.