Astore, Impronunciable, Rascatripas, CB1000 y Mikli, luego llegarían Mario y Amparo… y yo que hacía la foto

No hace ni cuatro meses que tuvo lugar mi primer contacto con Portalmoteros. Fue en «La 1ª Quedada Motillera: La Kdd más corta de la historia… con ruta cervecera incluída.» Yo acababa de entrar en portalmotos y de comprarme mi primera moto: La Platera. Estaba que no cabía en mí de orgullo de ser motero y no sabía la que se me venía encima.
En aquella ocasión me retó el brother Mikli a dejar en el saco de lo que fuí, y espero no volver a ser, las quejas de «mi moto es demasiado pequeña para ir a ningún sitio» y similares y a reunirme con él y con Astore a mitad de camino entre nuestras ciudades: en Motilla del Palancar.
Sin estar muy seguro de lo que hacía, monté a Albaceteño conmigo y allá que nos fuimos los dos a conocer lo que había detrás de dos nicks y dos imágenes en un foro. Nos vimos en la gasolinera de Motilla, nos desplazamos, Mikli y Astore en la Percherona y Albaceteño y yo en la Platera, unos 300 metros, hasta el bareto, haciendo hasí la ruta cervercera más corta de la historia. Nos tomamos unas cañitas y cada uno para su casa.
Como suele ocurrir, recuerdo la impresión que me dejaron, ese aire de juventud, de entusiasmo, de gente que hace lo que ama. De lo que yo aporté a aquella conversación sí recuerdo los planes tan bonitos que yo me había trazado «me voy a presentar al A, mantendré ésta moto durante los dos años de limitación y luego me compraré algo más grande…», esos planes tan bonitos que nos hacemos y con los que nos gusta creer que controlamos nuestras vidas. ¡Pobre ingenuo!, no sabía yo lo que se me venía encima con el mundo de las motos.
No han pasado ni cuatro meses y ya me he sacado el carné, ya me he deshecho de la pobre Platera y me he agenciado y enamorado de Anita, os he conocido a vosotros. He estado en concentraciones, en quedadas, he dormido en una tienda de campaña después de veinte años, he encontrado nuevos amigos de los de toda la vida como Rascatripas & wife, he compartido risas y copas con vosotros, os he recibido en mi casa, he sufrido con Petruss en su caída en el circuito, me he emocionado con la honrada sencillez de Impronunciable, me he enamorado sin remedio de Bruji y de Tany, he rabiado, y rabio, por no haber podido compartir más cosas con todos vosotros y en especial con gente de la que me siento de alguna extraña manera hermanado y de la que no digo nombres por que me dejaría alguno, pero que vosotros sabéis quienes sois….
Hoy ha tenido lugar la «2ª kdd Motillera. Con ruta cervecera incluída». La planteé ayer por la tarde en un post. A traición, sin avisar y sin tiempo para nadie. No esperaba que fuesemos más gente que a la 1ª, pero cuál ha sido mi sorpresa al encontrarme que allí se han juntado 6 motos y una lata. El que menos había hecho más de 80 kilómetros para ir. En diciembre.
Estábamos mi brother Rascatripas con su Shadow 750 y Amparo, su costi, con su lata, Mikli con su percherona y Astore con su Shadow 750, Impronunciable con su bandit, cb1000 con su CB 1000 y yo con mi Anita… bueno, y Mario, el moterito de Rascatripas, con su tractor-pala. Nos saludamos y nos dimos un pequeño rulo hasta el precioso pueblo de Alarcón. Después nos fuimos a comer a Honrubia. Teníamos de qué hablar, ya habíamos vivido cosas juntos antes. Compartíamos portalmotos, el amor a las motos y sobre todo el ser buena gente. En la primera fuimos cuatro. En la segunda hemos estado 8 y un tractor-pala. Pero en la conversación estaba también Bruji y Tani y Floren y Galbru…. todos vosotros, porque todos sois el portal.
La experiencia compartida es el núcleo duro del amor. Se ama cuando se comparte. Con nuestros padres y hermanos compartimos la niñez, esa época de colores vívidos y sabores intensos… que dura tan poco y que permanece para siempre. En este mundo de las motos yo me siento un poco como un niño, con tantas cosas nuevas vividas y tantas por vivir, con colores brillantes pasando frente a mi casco y el frío sabor del aire en mi cara. Cosas nuevas e intensas que comparto con vosotros, que me hermanan con aquellos que rutean o comparten de alguna manera esa experiencia.
La familia crece. Brindo por ello.