Pues eso, que a raíz de la entrada anterior recibí, de parte de mi amigo Dani el gallego, un enlace de carritos baratos del ebay. Consultado el presupuesto familiar y el índice de bochorno y cutrería, se decidió acabar con tales desmanes auditivos por medio de la incorporación de El Carrito de la Basura made in Germany.
Helo aquí:


Con él, astuto de mí, paso, silencioso como un diputado catalán en una corrida de toros, por el centro del carril sin alertar a los cánidos que, agazapados en sus casetas de Brico-Hogar y rodeados de zurullos,  pueblan sus dos riberas.

La pregunta ahora es: ¿Qué hago ahora con el viejo? ¿Lo tiro? ¿Lo dejo pudrirse en el pozo de los tesoros del jardín? ¿Lo desmonto y transporto sus piezas dentro del nuevo al contenedor como un jubilado inútil arrastrado a una residencia?