Microrelato: Accidente
Siguiendo el camino de mi amiga Ana, aquí tenéis un microrelato.
Y es romper su cepillo de dientes contra el borde de este lavabo, que empieza a no estar tan limpio como solía, y guardar los pedazos junto con los tarros de sus cremas en una arrugada bolsa del supermercado, deshecho de la última compra que hicisteis juntos.
Y es mirarte en el espejo a enfrentar los ojos enrojecidos de este rostro caído y sin afeitar, y apartar después la mirada buscando sus huellas, borrándolas sin contemplaciones, tratando de terminar con éste final, de acallar su ruido interminable de cristales rotos y gasolina derramada, a fuerza de rituales, de rutinas en las que ella no esté presente.
Bajarás esta noche la bolsa al contenedor, junto con las de su ropa, mientras los niños duermen y se pierden en sueños en los que quizá su imagen destaque, todavía, en colores brillantes.
Me ha gustado muchísimo. Que dura la separacíón cuando una persona querida deja tantos rastros imposibles de borrar.
Ana
(anonimo porque no me acuerdo de mi identidad)